Viajo a menudo a Ginebra para representar a mi bufete de abogados. En una ocasión, ante una importante reunión en la ciudad suiza, tuve que volar con el primer avión de la mañana, y me encontré al amanecer en el aeropuerto internacional de Ginebra, donde ya me esperaba mi amable chofer, Cristian.
Ante la temprana hora y mi estómago vacío, confié en su recomendación para poder desayunar antes de empezar mi jornada. Sin dudarlo, me guio en su elegante Mercedes eléctrico por las calles de Ginebra hasta el Café du Centre, una joya local que, según me explicó, él mismo visitaba con frecuencia.
Allí disfruté de un delicioso Birchermuesli suizo con fruta del día, mientras Cristian esperaba a la vuelta de la esquina, preparado para ponerse en marcha en cuanto hubiera terminado mi desayuno. Tuve un pequeño contratiempo al derramar un poco de café sobre mi camisa, que afortunadamente pude disimular abrochándome la chaqueta. Al salir del establecimiento le conté a Cristian mi pequeño incidente con el café mientras él me observaba con ojo experto por el retrovisor.
Entonces, y para mi sorpresa, con su voz amable me sugirió una solución. «Señor, hay una conocida boutique a pocas manzanas de aquí. ¿Desea que hagamos una parada rápida para que pueda comprar una camisa nueva antes de su reunión?». Gracias a su cordial atención me sentí seguro ante la importante cita que tenía por delante. Acepté de buen grado su consejo y nos dirigimos a la boutique. Nada más entrar, escogí una fabulosa camisa blanca de Armani que me sentaba como anillo al dedo. Y, en pocos minutos, ya la llevaba puesta, y me encontraba completamente preparado para mi reunión.
Desde aquel día, siempre que he visitado Ginebra he solicitado a Cristian que sea mi chofer. En su agradable compañía suelo recordar nuestra «anécdota de la camisa», y la extraordinaria y cálida experiencia que me proporcionó. Y, además, todavía continúo regresando al Café du Centre para degustar sus deliciosos desayunos.
«En cada viaje, me esfuerzo por combinar calidez y eficacia. Es un privilegio crear experiencias que perduren mucho después de que el viaje termine».