Nunca olvidaré el día: 1 de junio de 2019. Quise sorprender a mi marido con entradas VIP para la final de la Liga de Campeones en el Estadio Metropolitano de Madrid. Él es aficionado del Liverpool de toda la vida, y estaba exultante. Volamos el sábado por la mañana y, al aterrizar en el aeropuerto de Barajas, nuestro chofer Fabricio nos esperaba con un cartel con nuestro apellido bajo el escudo del Liverpool, tal y como yo había solicitado. El brillo en los ojos de mi marido confirmó que había sido una buena idea. Sonreí y saludé a Fabricio, agradeciéndole en silencio su predisposición. Su educación y su profesionalidad me hicieron saber que estábamos en buenas manos.
Para aprovechar al máximo el tiempo, Fabricio nos llevó a dar una breve pero agradable vuelta por Madrid, en la que pudimos apreciar su encanto y su modernidad. Siguiendo la recomendación de nuestro chofer, nos detuvimos a tomar un relajante café en la Plaza Mayor, mientras intentábamos contener nuestra emoción ante el gran evento de la noche. Podíamos ver las calles llenas de gente paseando o simplemente sentada en las terrazas, disfrutando del tapeo o charlando de forma animada.

Por la tarde, Fabricio nos llevó al estadio. Pasó con aire seguro por los controles de seguridad del estadio y nos dejó en la entrada VIP. El ambiente era electrizante, y la victoria del Liverpool hizo que fuera una noche para recordar. Después del partido, y a pesar del barullo, Fabricio nos localizó rápidamente entre la multitud, y pronto estábamos de regreso en el Hotel Wellington, cerca del Parque del Retiro. Mi marido no paró de rememorar las mejores jugadas del partido durante todo el trayecto.
Por la mañana, Fabricio nos recogió puntualmente. Como gesto final, y revelándose él mismo como aficionado al fútbol, regaló a mi marido una bufanda del Real Madrid, con la esperanza de que ambos equipos se enfrentaran al año siguiente. Este detalle hizo que nuestro viaje fuera aún más memorable. El excepcional servicio de Fabricio y el inolvidable fin de semana en Madrid son recuerdos que siempre atesoraremos.

«Compartir la emoción de un día tan significativo y ver la alegría en los ojos de mis pasajeros fue algo inolvidable. Me siento orgulloso de formar parte de recuerdos tan especiales».