Después de tres años como expatriado en Nueva York, quería asegurarme de que la visita de nuestra estimada delegación japonesa a la ciudad fuera impecable. Por suerte, pudimos contar con Ronald, un chofer de confianza, como nuestro guía para ese día.
Ronald me recogió en mi residencia de Queens, y juntos nos dirigimos al aeropuerto JFK para esperar el vuelo de nuestros invitados. Mientras tomábamos un delicioso café, me explicó que era originario de Colombia y que acumulaba casi dos décadas de experiencia como chofer. A pesar de su actitud relajada, Ronald se mantuvo alerta y atento a cada detalle mientras esperábamos a la delegación VIP.

Cuando llegaron nuestros invitados japoneses les di la bienvenida de inmediato, delegando en Ronald todo lo demás. Me alivió comprobar la facilidad con la que se encargaba de todos los aspectos de nuestro viaje, lo que me permitió centrarme en mi conversación con los recién llegados.
Ronald nos guio hábilmente por los diferentes barrios hasta llegar a Manhattan y el hotel Plaza, junto a Central Park, donde hicimos un rápido check-in. Nuestros huéspedes estaban ansiosos por explorar de inmediato la vibrante ciudad neoyorquina. Empapándonos de la tranquilidad de Ronald, subimos de nuevo a su impecable Cadillac Escalade y emprendimos una ruta panorámica por el bajo Manhattan.
Al pasar por lugares emblemáticos como el Empire State o el edificio Flatiron, Ronald se aseguró de que nuestros invitados disfrutaran de la impresionante belleza de la ciudad. El momento culminante fue cuando cruzamos el puente de Brooklyn con la canción «New York, New York» de Frank Sinatra sonando de fondo y provocando exclamaciones de asombro de los japoneses.
Ronald nos deleitó con una impresionante vista panorámica de Manhattan desde el paseo marítimo antes de llevarnos de vuelta al hotel. Su excepcional servicio proporcionó a nuestros invitados una experiencia inolvidable, además de un día perfecto para mí.

«Mi pasión consiste en crear experiencias inolvidables para mis pasajeros. Cada viaje es una oportunidad para mostrar la belleza y la vitalidad de Nueva York, dejando recuerdos imborrables para todos».