Formé parte de un grupo de ingenieros y arquitectos de la Universidad Politécnica Estatal de California que viajó el año pasado a Panamá para una visita profesional al Canal de Panamá, una obra maestra de la ingeniería y un componente esencial del comercio global. El departamento de viajes de la universidad contrató un chofer privado para acompañarnos durante nuestra estancia en Panamá, y puedo afirmar que la dedicación de Roderick logró que nuestro programa se cumpliera de una manera impecable.

Nuestra primera parada fue el Centro de Visitantes de Miraflores, donde presenciamos el paso de barcos por las esclusas y visitamos la exposición que narra la historia y el impacto del canal. Sin embargo, la parte más enriquecedora de nuestro viaje fue el encuentro con ingenieros locales que participaron en el programa de ampliación del Canal de Panamá de 2016. Sus relatos y perspectivas de primera mano nos ofrecieron una visión detallada de los retos y logros de este proyecto de ingeniería.
Gestionar un grupo numeroso con agendas variadas no es tarea sencilla, pero Roderick lo manejó con una habilidad digna de mención. Se adaptaba a los cambios de última hora para garantizar que cada pasajero llegara de manera puntual a su destino, lo cual fue un factor clave para el éxito del viaje.
En apenas unos días, aprendimos muchísimos datos fascinantes sobre el Canal de Panamá. Quedamos impresionados por la innovación y colaboración que una obra de tal magnitud representa, y el servicio impecable de Roderick resultó fundamental para que nuestra experiencia fuera tanto educativa como placentera.

«Proporcionar una logística eficiente a los pasajeros consiste en garantizar que cada momento está optimizado».