Hace unos días viajé de Madrid a Quito junto a tres de mis socios. Somos propietarios de una conocida franquicia de café y nuestro objetivo era explorar la posibilidad de ampliar nuestro negocio incorporando café ecuatoriano de la variedad arábica, célebre por su extraordinaria calidad. Fue un viaje breve e intenso de dos días, razón por la cual decidimos contratar a un chofer privado, Mauricio, y así optimizar nuestro tiempo. Cuando aterrizamos, pese a que era muy temprano, Mauricio ya nos estaba esperando.

En principio no podíamos hacer el check-in en nuestro hotel, el Casa Gangotena, hasta el mediodía, pero Mauricio nos sorprendió con algo inesperado: al revisar nuestra agenda y ver que nuestra primera reunión era a las 10:00, contactó al conserje del hotel para que pudiéramos registrarnos anticipadamente. Este gesto nos permitió descansar después del largo vuelo. Fue también una muestra de previsión, algo que agradezco después de frecuentes viajes de negocios por todo el mundo.
Cuando estuvimos preparados, Mauricio nos condujo por las calles de Quito, asegurándose de que llegáramos puntuales a nuestras reuniones con los diferentes productores locales de café. En los escasos ratos libres, nos enseñó las mejores cafeterías de la ciudad, compartiendo su conocimiento y buen gusto por el café ecuatoriano. Gracias a sus explicaciones, aprendimos acerca de las preferencias locales y las variedades más populares del mercado.
El segundo día de nuestro viaje, Mauricio volvió a demostrar su aplomo, conduciendo hábilmente a través del tráfico de Quito. Al finalizar la jornada, no solo habíamos llevado a cabo reuniones muy productivas, sino que también aprendimos muchísimo acerca de la cultura cafetera ecuatoriana. Gracias a la dedicación y experiencia de Mauricio, regresamos a España convencidos de que nuestras nuevas importaciones de café serían todo un éxito entre los paladares españoles.

«Ofrezco un transporte eficiente a todos los pasajeros, pero también comparto mi experiencia para que puedan conectar de una manera auténtica con el lugar».