Celebrar nuestro 25º aniversario de boda en la Ciudad del Amor era un sueño hecho realidad, y quería que cada momento fuera tan encantador como el día en que nos dijimos “sí, quiero”. Al aterrizar en el aeropuerto Charles de Gaulle, nos recibió Dan, nuestro chofer para tan especial ocasión. Con una presencia sutil pero tranquilizadora marcó el tono de nuestro romántico viaje, y su cálida sonrisa nos permitió relajarnos.
Cuando Dan nos guio hasta su impecable Mercedes Maybach, no pude evitar admirar la elegancia del vehículo, tan apropiada para nuestro aniversario. En el asiento trasero nos aguardaba un dulce detalle en forma de una caja de exclusivos bombones Gouda, un gesto muy considerado por parte de Dan.
Emprendimos nuestro viaje por las calles de París. En el interior del vehículo sonaban nuestras melodías favoritas, y los suaves acordes creaban una burbuja de intimidad a nuestro alrededor. Los ojos de Melania brillaban de placer, y sus dedos se entrelazaron con los míos mientras recordábamos nuestro largo recorrido juntos, momentáneamente ajenos a los icónicos monumentos que íbamos dejando atrás.
Al llegar al opulento hotel George V, la impecable organización de Dan marcó el inicio de otra deliciosa sorpresa. Con un simple gesto, organizó la entrega de 25 rosas carmesí, una por cada año de nuestro matrimonio. Sujetando firmemente la mano de Melania, salimos del coche envueltos en la magia del momento.
Volviéndome hacia Dan con una sonrisa, le di las gracias de todo corazón por haber contribuido a crear una velada realmente inolvidable, que quedará para siempre grabada en nuestra memoria. Y mientras nos entregábamos al abrazo de París, tuve la certeza de que mientras Dan nos guiara, cada momento sería tan mágico como el anterior.
«Mi compromiso consiste en crear experiencias inolvidables. Me esfuerzo por alcanzar la excelencia en cada viaje, garantizando comodidad, elegancia y fiabilidad, y preparar el escenario para que se desarrollen recuerdos entrañables».