Formé parte de una delegación que viajó de Pekín a San José de Costa Rica, dentro de un intercambio diplomático y cultural entre ambas ciudades hermanas, establecido en 2007. La embajada había contratado a Alexis, un chofer privado, para recibirnos en el aeropuerto y ser nuestro guía durante toda la estancia en San José.

Cuando llegamos, descubrimos que nuestra intérprete oficial había perdido su vuelo y no llegaría hasta el día siguiente. Aunque, de inicio, eso podría haber supuesto un problema para comunicarnos, Alexis nos sorprendió con su habilidad para superar esta dificultad. Con su inglés impecable, se encargó de ayudarnos a organizar cada detalle, asegurándose de que llegáramos al ayuntamiento para nuestra primera reunión y llevándonos después hasta el hotel. Su eficacia era tal que, incluso cuando llegó la intérprete al día siguiente, muchos preferimos seguir confiando en él por su amabilidad y su capacidad para hacerlo todo mucho más fácil.
Durante los tres días siguientes, Alexis se ocupó de nuestro transporte a distintos eventos y reuniones de trabajo. Su conocimiento de la ciudad y su atención a nuestras necesidades hicieron que el viaje fuera cómodo y agradable. Su cortesía y profesionalidad nos dejaron una profunda impresión. El último día, cuando se despidió de nosotros en el aeropuerto, partimos de Costa Rica con gratitud por la inolvidable hospitalidad ofrecida.

«Los viajes deben aportar comodidad y conexión. Me esfuerzo por asegurar que cada huésped se sienta bienvenido y bien atendido».