Soy un autor establecido en Toronto y, con frecuencia, busco destinos únicos que despierten mi creatividad. Para mi última novela, cuya trama transcurre en su mayoría en las densas y enigmáticas selvas de Costa Rica, decidí pasar un mes en San José con el objetivo de empaparme de su cultura y entorno. Durante mi estancia, alquilé una villa en la exclusiva zona de Escazú y contraté los servicios de un chofer privado, Oscar, para acompañarme en mis excursiones diarias.

Pronto descubrí que Oscar no era un simple conductor. Sus grandes conocimientos de la ciudad enriquecían cada excursión y me brindaban una perspectiva que nunca habría logrado con un guía turístico convencional.
Cada mañana, Oscar me llevaba a explorar los rincones más destacados de Costa Rica, desde las animadas calles de San José hasta los impresionantes paisajes naturales de sus alrededores. Sus fascinantes relatos sobre la cultura costarricense fueron esenciales para mi investigación, proporcionándome información que aportó autenticidad a las escenas selváticas de mi novela. Además, con su compañía cada trayecto se me hacía seguro y agradable.
Pasaba las tardes sumergido en la escritura. Inspirado por la guía de Oscar y las experiencias que él hizo posibles, las palabras fluyeron con naturalidad. Al concluir mi estancia, había terminado el manuscrito de mi novela, y como muestra de gratitud decidí bautizar a un personaje secundario con el nombre de «Oscar» en su honor. Su amabilidad y dedicación serán siempre uno de los recuerdos más entrañables de mi viaje.

«Me enorgullece ayudar a los clientes a descubrir la belleza de Costa Rica, y brindarles la tranquilidad necesaria para que puedan lograr sus objetivos».