El año en que la reunión anual del equipo de dirección de nuestra empresa se realizó en Cancún me encargaron a mí gestionar la logística. A nuestra llegada, Ezequiel ya nos esperaba en el aeropuerto con un bonito y amplio vehículo y, desde el momento en que nos recogió, sentí que con su actitud profesional y discreta era justo la persona que necesitábamos para acompañarnos en nuestro viaje de negocios.

Los directivos, incluidos nuestros exigentes director general y director financiero, comentaron favorablemente el amplio interior y los cómodos asientos del vehículo, en el que pudieron relajarse tras el largo vuelo. También agradecieron la puntualidad de Ezequiel durante los tres días de nuestro viaje: siempre estaba listo antes de lo previsto, ayudando a marcar la agenda y no perder el ritmo de trabajo. Con su discreción y profesionalidad pasaba desapercibido pese a estar siempre presente, lo que nos permitió centrarnos en lo realmente importante.
Además, los conocimientos de Ezequiel sobre Cancún resultaron muy útiles, ya fuera para llevarnos a cenar a restaurantes de lujo o para evitar las zonas turísticas más concurridas en hora punta. También ayudó a organizar algunas actividades de ocio y relax para el equipo, como una excursión en yate privado que añadió un toque de exclusividad al viaje.
Gracias a Ezequiel, nuestro retiro transcurrió sin contratiempos, y el equipo directivo se marchó de Cancún con una muy buena impresión de su profesionalidad y atención al detalle.

«Los viajes de empresa son una cuestión de eficacia y comodidad. Yo me encargo de la logística para que los ejecutivos puedan centrarse en su trabajo sin distracciones».