Gestionar la logística de la delegación de un jeque no es tarea fácil, pero, durante nuestra reciente visita a Málaga, Marco, al volante de su monovolumen Mercedes, se aseguró de que todo lo relacionado con el personal y el equipaje se ejecutara a la perfección. Su dedicación y capacidad para coordinarse con el chofer privado del jeque, Antonio, y conmigo, su asistente personal, resultaron de un valor incalculable.

Cuando los pasajeros partieron con su chofer, nada más aterrizar su vuelo, hacia el hotel Finca Cortesin, Marco permaneció en el aeropuerto para asegurarse de que todo el equipaje se transfiriera correctamente del jet privado al vehículo. Bajo su cuidadosa supervisión, garantizó que no se pasara nada por alto, algo fundamental si tenemos en cuenta los extensos preparativos que requiere una comitiva de esta envergadura.
A lo largo de los seis días de estancia en España, Marco se ocupó de numerosas tareas para el personal de la delegación. Se encargó de diferentes recados a petición del equipo de apoyo del jeque, y su papel fue vital para que todo el viaje transcurriera sin problemas. Por ejemplo, durante un día de compras en Marbella, Marco se encargó de llevar todos los paquetes en su monovolumen, para que así el jeque y su familia no perdieran tiempo y pudieran continuar su trayecto con total comodidad en su propio vehículo.
El último día, cuando la comitiva tuvo que regresar a Dubai, ambos choferes recibieron mi más sincero agradecimiento, así como el del resto del personal. Su excepcional servicio había garantizado que el viaje del jeque a Málaga transcurriera con total comodidad y sin contratiempos.

«Cuando un chofer trabaja entre bastidores, debe proporcionar precisión y dedicación, y asegurarse de que cada detalle se gestiona de una manera impecable».