Soy un apasionado del jazz de San Francisco, y asistir al Festival de Jazz de Panamá se ha convertido en una tradición para mí desde 2012. Cada año, espero con ilusión mi viaje a Panamá para disfrutar de este evento musical y cultural. Además, desde 2018, confío todos mis traslados en Ciudad de Panamá a Alfredo, un chofer privado sin cuyo apoyo ya no concibo asistir al festival.

Cada año, Alfredo se asegura de que mi estancia en Ciudad de Panamá sea perfecta. Con un esmero admirable, se encarga de todo, brindándome seguridad y comodidad. Durante el festival, me lleva en coche a mis actuaciones favoritas y a diversos eventos comunitarios, asegurándose de que no me pierda nada del animado ambiente.
También gestiona mis reservas en restaurantes, sorprendiéndome cada año con nuevas y fascinantes sugerencias que nunca había probado antes. Su conocimiento de mis gustos y preferencias ha hecho que sea más que un simple chofer: es alguien en quien confío plenamente durante mis visitas anuales al festival.
El último día, mientras me conduce de regreso al aeropuerto, casi se ha convertido en un ritual decirle: «Bueno, Alfredo, ha sido un placer. Nos vemos el año que viene a la misma hora de siempre». Su servicio es una parte esencial de mi experiencia, y cada vez que regreso a Panamá, me llena de alegría reencontrarme con él.

«Para mí, cada viaje es personal. Me enorgullece formar parte de las preciadas tradiciones de mis pasajeros».