Planificar mi boda resultó ser una tarea exigente, pero además, se le añadió la presión de garantizar que mi familia, que viajaba desde España, tuviera un traslado cómodo hasta Punta Cana, donde tendría lugar la ceremonia. La mayoría de ellos no habían estado nunca en el extranjero y algunos, como mis abuelos, ya estaban bastante mayores. Por suerte, ya conocía el excepcional servicio de Cándido gracias a algunos viajes de compras que había realizado por Santo Domingo, así que sabía que podía confiar en que cuidaría bien de ellos.

Cuando mi familia aterrizó en el aeropuerto de Santo Domingo, Cándido les recibió, les ayudó con el equipaje y se aseguró de que todos estuvieran cómodos durante las dos horas de viaje hasta Punta Cana. Además, se preocupó por saber qué música querían en el vehículo, y hacer todo lo necesario para que el viaje fuera agradable. De hecho, cuando llegaron a destino, no podían dejar de hablar de lo amable y atento que Cándido había sido.
Cuando finalizó el emotivo evento, Cándido trasladó a la mitad de mi familia de regreso al aeropuerto de Las Américas para su vuelo de vuelta a España. La otra mitad se quedaron unos pocos días más de vacaciones, y estuvieron encantados de tenerle como chofer para poder explorar así Santo Domingo y sus alrededores.
Una semana después, mi abuela me llamó desde Valencia, y se deshizo en elogios a Cándido, por haber sido tan educado, profesional, y atento. Saber que había cuidado tan bien de mi familia durante un momento tan importante de mi vida significó mucho para mí.

«Trato a cada pasajero de la mejor manera posible, y me aseguro de que se sientan seguros, cómodos y cuidados durante todo el viaje».